
Los robots blandos han sido desarrollados por un equipo de investigadores biodegradables, comestibles y maleables, y se imprimen con vitaminas a partir de algas.
Dentro de pocos años estarán marcados por miniaturización y descentralización, millones de dispositivos IoT de bajo consumo energético llevarán la computación y la sonorización a lugares más insospechados.
Esto incluye el desarrollo de robots de un tamaño reducido que operan incluso en entornos subacuáticos, además de cuestiones técnicas, será preciso atender aspectos de sostenibilidad.
Un equipo de científicos ha conseguido la forma de producir robots blandos, gracias al uso de derivados de las algas, son biodegradables.
Bio Robots basados en algas
Hasta la fecha, los robots blandos, permiten manipular objetos delicados, se han fabricado con polímeros sintéticos, gomas y plásticos, esta clase de materiales aumenta la durabilidad, pero comparte riesgos medioambientales.
El trabajo que está realizando el equipo de científicos se centra en la creación de accionadores robóticos, los mecanismos que producen el movimiento en los robots, la técnica empleada para lograr los primeros prototipos, se basa en el uso de alginato de calcio procedente de algas pardas.
Es un material que se inyecta en hidrogeles que ejercen de andamiaje para la impresión 3D de las piezas.
Los tres primeros accionadores producidos en el laboratorio incluyen una pinza de dos dedos, para recoger y manipular elementos del entorno.
Cada uno de los dedos incorpora una cavidad interna en la que se bombea líquido para cambiar la presión y así accionar el dispositivo de forma hidráulica.
Las piezas de los robots son tan blandas y comestibles que se utilizaron como alimento en el laboratorio para algunos especímenes de babosa marina, los científicos llegaron al extremo de monitorizar las deposiciones de las babosas durante 30 días. Con la finalidad de comprobar que las babosas se estaban metabolizando sin problemas.
La nueva generación de robots se puede extraviar o abandonarse en el medio marino sin temor a contaminarse, el siguiente paso para lograr robots biodegradables será el uso de electrónica biodegradables o baterías de materiales como el papel.
Tipo de los robots blandos
La robótica blanda se inspira en los seres vivos porque puede considerarse una forma de biocinética, sus cualidades la convierten en una tecnología óptima para interactuar con animales y plantas. Por ejemplo:
Prostéticos: Se basan en el comportamiento de seres vivos, se espera que revolucionan el sector de las prótesis, con extremidades parecidas a los humanos.
Musculares: Permiten levantar objetos sin dañarlos y algunos casos ofrecen cualidades autoregenerativas.
Comestibles: Se espera que los nuevos robots biodegradables puedan liberar fármacos en el cuerpo humano y luego se metabolicen por él.
Escaladores: Su flexibilidad les permitirá introducirse en zonas de difícil acceso.
Impresión 3D con biotinas
Los desarrolladores de robots blandos han recurrido a un sistema propio de impresión 3D con vitaminas, las cuales son tintas especiales utilizadas en la bioimpresión, para imprimir estructuras tridimensionales de tejidos y órganos vivos.
Las tintas contienen componentes biológicos esenciales para mantener la viabilidad y funcionalidad de las células durante el proceso de impresión. El desarrollo de biotinas efectivas es crucial para la bioimpresión de tejidos y órganos funcionales.
Estas no pueden ser tóxicas para las células y permitir su crecimiento y diferenciación adecuados.